miércoles, 23 de julio de 2008

A pesar del cansancio, se camina...

Después de una eternidad, y a pesar del cansancio, Momo consiguió llegar…

"Momo estaba tan cansada como no lo había estado nunca en toda su vida. A veces creía que al instante siguiente iba a caerse y quedarse dormida. Pero se obligaba a dar el paso siguiente, y el siguiente a éste. Y, durante un breve ratito, parecía ir mejor.
¡Si la tortuga no hubiera ido tan lenta! Pero no podía hacerle nada. Momo ya no miraba ni a derecha ni a izquierda, sino sólo sus propios pies y a “Casiopea”.
Después de lo que le pareció una eternidad se dio cuenta de que la calle se iba haciendo más clara. Momo alzó los párpados, que le parecían pesar como plomo, y miró alrededor. ¡Sí! Por fin habían llegado"…

Hay veces que, más importante que la meta, es el camino…

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