jueves, 10 de julio de 2008

¿Clonar vida?...

En estos días estoy revisando el material para una ponencia de bioética. Las notas no son mías, ni este es un campo que domine... pero me he metido en "este lío," en un ejercicio de servicio a los demás...

Acercarme al campo de la bioética, me cuestiona muchas cosas, entre otras muchas razones, porque atañe a lo esencial de la vida humana y porque tiene muchas repercusiones sociales. Es un tema profundo, serio y complejo que abarca muchos apectos de nuestra existencia. Dentro de la bioética, me ha impresionado mucho el tema de la clonación humana, por las consecuencias que tiene para el proceso de la humanidad.

Poco se conoce de la clonación humana, quizás porque no interesa demasiado. Revisando el material, me he encontrado con una serie de cuestiones que merecen ser comentadas.
El Comité de Ministros del Consejo de Europa aprobó en noviembre del año pasado un Protocolo adicional, al Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y la Dignidad Humana, en relación con la aplicación de la biología y la medicina. En dicho Protocolo se prohibe la clonación de seres humanos, por considerar que "la instrumentalización de los seres humanos, a través de la creación deliberada de seres humanos genéticamente idénticos, es contraria a la dignidad humana y constituye , así, un abuso de la biología y la medicina". En dicho protocolo " se prohíbe cualquier intervención que tenga por objeto crear un ser humano genéticamente idéntico a otro, ya sea vivo o muerto".
En el informe explicativo adicional se dice que "la clonación deliberada de seres humanos es una amenaza a la identidad humana, pues supone renunciar a la protección mínima contra la predeterminación de la constitución genética humana por un tercero (...)".

El hecho de que dos de los países más avanzados en biotecnología, el Reino Unido y EEUU (Alemania tampoco lo ha firmado) estén todavía abiertos a la práctica de la clonación humana nos lleva a preguntarnos sobre los beneficios que se pueden esperar de ello.
La respuesta hay que buscarla en las empresas del sector. El desarrollo de estas técnicas implica una serie de ventajas. Por poner un ejemplo, tanto en agricultura como en ganadería, la manipulación genética y clonación de especies (cierto es que la clonación genética es una cosa y la manipulación otra muy diferente) permiten que sean más productivas y por lo tanto más favorables para las necesidades del mercado.
En medicina, la introducción de ciertos genes humanos en animales puede permitir la producción de sustancias terapéuticas o facilitar los transplantes de órganos al disminuir el rechazo inmunológico.
Estas técnicas son útiles a la humanidad y a la vez generan importantes beneficios económicos a las empresas. Estas ventajas se vuelven contra la humanidad cuando se pretende producir el salto y franquear la barrera de la dignidad humana, queriendo manipular genéticamente o clonar personas.

El fin no justifica los medios, esta máxima de la ética es especialmente importante a la hora de instrumentalizar seres humanos, de considerar seres humanos como medios u objetos para obtener los fines deseados.
Cuanto más leo sobre estos temas, más me acuerdo del "jardinero fiel" pues refleja muy bien el funcionamiento de las empresas del sector. Aunque el "jardinero fiel" trata sobre el uso y abuso de las farmacéuticas en África, la forma de actuar es común para todas las empresas...

Sigo revisando material sobre bioética, pero a estas alturas (a parte de aprender) sé que muchas son las cosas que merecen una reflexión pausada. Entre otras razones porque hablamos de la vida humana, nada en el mundo tiene tanto valor, y porque con ella se esta especulando.

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