Una vieja leyenda indígena del altiplano de Guatemala, que ha pasado de generación en generación, cuenta que a los niños chiquitos se les regalaban unos muñecos que poseían un don especial.
Los ancianos contaban a los niños cual era el sentido de estos muñecos. Les decían que debían usarlos cuando, a lo largo de sus vidas, se encontrasen con momentos de tristeza, miedo, o dificultad.
Los quitapenas (así se llamaban) tenían el don de “quitar las penas” pues escuchaban en silencio lo más profundo del corazón humano. De noche antes de dormir, se les contaban las penas y se metían debajo de la almohada. Mientras dormían los muñecos alejaban las penas. Al día siguiente, éstas habían desaparecido.
Hoy los quitapenas llegan a tu vida, para eso, para ayudarte a alejar las penas… y volver a sonreír.
Los ancianos contaban a los niños cual era el sentido de estos muñecos. Les decían que debían usarlos cuando, a lo largo de sus vidas, se encontrasen con momentos de tristeza, miedo, o dificultad.
Los quitapenas (así se llamaban) tenían el don de “quitar las penas” pues escuchaban en silencio lo más profundo del corazón humano. De noche antes de dormir, se les contaban las penas y se metían debajo de la almohada. Mientras dormían los muñecos alejaban las penas. Al día siguiente, éstas habían desaparecido.
Hoy los quitapenas llegan a tu vida, para eso, para ayudarte a alejar las penas… y volver a sonreír.
...Te están esperando. Ya saben tu nombre... y en su momento (como todas las cosas de la vida) llegarán a ti... Mientras tanto, una sonrisa compañero!
5 comentarios:
moitas gracias compañeira¡¡¡ ...
pois esta noite durmirei acompañado entón dos quitapenas...a verdade que é de agradecer a súa compañía estos días...e estas noites...
un biquiño¡ :))
...de nada, compañeiro!
Un bico cativo :)
Preciosa leyenda. ¿Me puedo quedar uno? Lo llevaré siempre conmigo allá donde esté.
Bicos chicos.
...Si lo necesitas, Javi, te hago llegar unos quitapenas para que te acompañen en la vida... Como no!
Un beso chico y un abrazo grande, grande
Acepto, ¡muchas gracias! Siempre hay penas que apartar del camino.
Bicos e abrazos de moitas formas e coloridos.
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