Después de una eternidad, y a pesar del cansancio, Momo consiguió llegar…
"Momo estaba tan cansada como no lo había estado nunca en toda su vida. A veces creía que al instante siguiente iba a caerse y quedarse dormida. Pero se obligaba a dar el paso siguiente, y el siguiente a éste. Y, durante un breve ratito, parecía ir mejor.
¡Si la tortuga no hubiera ido tan lenta! Pero no podía hacerle nada. Momo ya no miraba ni a derecha ni a izquierda, sino sólo sus propios pies y a “Casiopea”.
Después de lo que le pareció una eternidad se dio cuenta de que la calle se iba haciendo más clara. Momo alzó los párpados, que le parecían pesar como plomo, y miró alrededor. ¡Sí! Por fin habían llegado"…
Hay veces que, más importante que la meta, es el camino…
¡Si la tortuga no hubiera ido tan lenta! Pero no podía hacerle nada. Momo ya no miraba ni a derecha ni a izquierda, sino sólo sus propios pies y a “Casiopea”.
Después de lo que le pareció una eternidad se dio cuenta de que la calle se iba haciendo más clara. Momo alzó los párpados, que le parecían pesar como plomo, y miró alrededor. ¡Sí! Por fin habían llegado"…
Hay veces que, más importante que la meta, es el camino…
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