miércoles, 21 de mayo de 2008

¡Cada persona, es única e irrepetible!

El mundo evoluciona a una velocidad de vértigo, los avances científico-técnicos permiten "influir" y "modificar" la vida humana hasta unos extremos casi inimaginables, que hace años eran poco menos que impensables. Al mismo tiempo ese avance implica que las desigualdades entre los más débiles y poderosos, se acentúen cada día más... Hace pocos días leía un titular que ponía: "El aborto hace caer el síndrome de Down. El número de nacidos con la anomalía se reduce un 30%"


No soy madre, ni tampoco padre, no sé, (ni creo que me puede imaginar), el movimiento que se produce en el corazón de una madre o un padre de cualquier rincón del mundo, cuando descubren que el hijo que la vida les regala tiene alguna deficiencia congénita... Conozco padres que tienen niños con deficiencia, he trabajado con niños con diferentes deficiencias, me he formado en el campo de las necesidades educativas especiales.... A pesar de todo, hay situaciones vitales que no me atrevo a enjuiciar, ni me siento capaz de hacerlo, porque más allá de las valoraciones humanas, de las ético-morales, de las espirituales, de las educativas, de las sociales..., está la conciencia y la opción de obrar libremente conforme a ella.


...Teniendo en cuenta lo anterior, y leyendo la noticia, me ha surgido una reflexión que creo debo expresar... Para mí, cada persona es única e irrepetible... Cada persona es un fin en sí misma, a pesar de sus limitaciones, de sus dificultades, de sus necesidades especiales.... He trabajado con niños que tienen Síndrome de Down y, (sin hacer generalidades, ni discursos sentimentales, porque ni quiero, ni puedo), la experiencia me demuestra que son personas maravillosas, trabajadoras, divertidas, tenaces, alegres, cariñosas, ... que se pueden desarrollar, crecer, y llevar una vida lo más normal y autónoma posible... Lejos están para mí las deficiencias de ser un porcentaje que puede disminuir a medida que aumenta el de abortos... Son personas que tienen una dignidad, y como tal debe de ser respetada...


He visto la dureza vital a la que se han tenido que enfrentar, padres que se encuentran con la realidad de que su hijo nacerá o tiene una dificultad..., y de esa experiencia, más allá de todo esto, he visto familias felices, que quieren, cuidan, protegen y disfrutan de sus hijos, sin permitir que la deficiencia sea el sustantivo que los defina. Evidentemente nadie pide tener un hijo deficiente, pero sí es una elección libre y personal, la forma de acoger tal realidad...

A pesar de tal dificultad vital... he visto una profunda humanidad en personas que poseen una deficiencia congénita, que me ha cuestionado muchas veces quien tiene realmente la deficiencia, ¿quien nace con ella, o quien no se siente capaz de descubrir y vivir con la debilidad de otro ser humano?


Admiro el amor silencioso y el valor de quien dedica su vida a cuidar y educar a otro ser humano que tiene una dificultad congénita, siendo consciente de que más allá de la dificultad está la dignidad... Admiro la coherencia de quien toma libremente una opción en conciencia...


...Y recuerdo con cariño, a Marisa, una niña feliz, con Síndrome de Down, que cada mañana, me decía que estaba contenta porque sus padres la querían mucho... ¡Gracias Marisa, por todas las cosas que me has enseñado, y que me has regalado!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso pienso yo. Se quiere eliminar a los Down porque se dice que su existencia va a ser desgraciada. Esta mentalidad, en otro orden de cosas, favorecería el suicidio masivo. ¿Quién no ha pasado en su vida por momentos malos malos, de soledad, de incomprensión, de depre? Menuda cultura de la derrota que se extendería.
Gracias por tu blog

Yolanda dijo...

Hola Maximiliano!

Bienvenido a este rincón y gracias a tí, por tus palabras y por tu interesante reflexión...

Un abrazo grande