Los momentos verdaderamente importantes de la vida, dejan un poso en la profundidad del alma que ni el tiempo, ni las dificultades diarias, pueden borrar... Ciertamente he vuelto a las prisas de la vida cotidiana, pero sé que permanece en mi memoria invisible, aquello que me ha impresionado y que de algún modo, me ayuda a seguir caminando y creciendo....
Así ha sido mi último viaje,.... un hermoso viaje que todavía está resonando en lo más profundo de mi alma y me sobrecoge profundamente... Un viaje para reencontrarse con los viejos amigos, un viaje para recobrar el aliento que transforma este mundo que clama a gritos, un viaje para sentir la acogida y la alegría de aquellos que comparten ideal,... un viaje que me ha enseñado muchas cosas de mi misma, de mis amigos de aventura, y de la inmensidad del mundo en el que me ha tocado vivir....
Apenas 2000 km, y cinco apasionantes días, me han ayudado a comprender que en la inmensidad de la naturaleza, los seres humanos nos sentimos diminutos y nuestro corazón busca reconocerse en los colores, los sonidos, el viento, el sol, la lluvia, los pájaros, los árboles, los montes, el mar, las nubes, la nieve... en la belleza de lo que no podemos controlar, sólo contemplar y disfrutar intensamente...
La naturaleza más salvaje posee pequeños espacios en los que se expresa en la plenitud de su esencia, sin la intervención de los humanos... Es impresionante descubrir un país como Francia, cruzando los Pirineos. De repente Roncesvalles, abre un preciosa puerta que pone de manifiesto que, más allá de los montes, existen otros montes y otros ríos, y otras formas de concebir la vida, de contar la historia, de construir, de expresar inquietudes o valores,...de sentir, de amar, de compartir, de llorar, de cultivar, de disfrutar de los placeres de la tierra,... Imposible olvidarse de la improvisada comida de Valcarlos, en tierras Navarras, o de la belleza de La Rioja, y sus viñedos....
¡Que bonita es Francia!... Oloron Sainte Marie es una encantadora ciudad, del sudoeste francés, ideal para perderse por sus callejuelas, para contemplar desde el castillo el precioso valle con los montes al fondo, para pasear a orillas del río, para disfrutar de su catedral,.... Es un lugar para dejarse envolver por la magia de lo sencillo y pequeño.
Pau es un ciudad desconocida que pasa desapercibida entre lo montes..... Es una ciudad que guarda una larga historia en sus piedras, dinámica y con muchas cosas que ofrecer.... Deliciosa la cena en un acogedor restaurante, "Le p´tit resto," con ese vino blanco seco de la región de Landes. Realmente la fama de los vinos franceses es merecida..., ¡que exquisito!, o el paseo nocturno por sus calles, el ambiente, el movimiento, sus gentes...
El mar se descubre inmenso en Biarritz. Un pequeño pueblo de pescadores convertido en una lujosa ciudad de descanso. La profundidad del océano se deja intuir en este lugar, donde la luz, el viento, el sol, el ambiente, los olores..., crean un interesante y llamativo conjunto. Más allá de la estampa turística o de ser reconocida por la ciudad del surf, Biarritz esconde un bonito toque de ciudad costera que se puede descubrir caminando por sus calles.
Pero este intenso y apasionante viaje, no termina aquí. Otro agradable descubrimiento, ha sido el País Vasco... Es una tierra carga de belleza que merece la pena contemplar y explorar. Cuentan los viajeros experimentados, que hay pequeños rincones en el mundo que enamoran el alma, Donostia es uno de esos lugares. Es una ciudad impresionante y preciosa. La luz, el aire, el mar, los olores, la montaña, los colores, la arquitectura, la comida, la brisa, las risas, la cultura,... todo unido forma un acogedor y armónico resultado que es imposible de plasmar con palabras, sin faltar a la belleza de su esencia. Perderse por su zona vieja, pasear por al bahía de la Concha, contemplar la ciudad desde el monte Igueldo, sorprenderse de sus jardines y parques, recorrer el paseo del río, contemplar su catedral.... Ciertamente es un sitio para repetir... Recordaré eternamente la comida al pie de la Iglesia de San Vicente en el casco viejo de la ciudad, o el fabuloso helado de "strachatela y tiramisu" que disfruté mientras paseábamos por sus calles... ¡Inolvidable!
Una ciudad industrial y cosmopolita, que desborda, así es Bilbao. Transmite una sensación de dinamismo y amplitud. Es muy agradable pasear por las calles del casco antiguo, picotear en alguna taberna, descubrir la arquitectura del Guggenheim, en una preciosa noche, o el Nervión en toda su magestuosidad....
En tierras cántabras, existe un rincón con mucho encanto, es Santillana del Mar, lugar hecho en y de piedra que parece detener el tiempo y crear un ambiente que cautiva. Realmente merece la pena descubrir, poco a poco, sus rincones...
Existe un impactante lugar en el Norte de España, que me ha derretido por segunda vez... Es el desfiladero de La Hermida, en Picos de Europa. Es un sitio para sobrecogerse, para desnudar el alma, para apreciar la calidez y la belleza de la naturaleza, para sentir en estado puro,... y si es un día de tormenta, todavía más... ¡Inolvidable por muchas razones!....
...La vida me va enseñando a caminar, a vivir intensamente, a descubrir la belleza y la riqueza de pequeños lugares, la inmensidad de este planeta, la profundidad del corazón humano,... No se cual es el siguiente destino al que la vida me lleva... pero si sé que de este hermoso y encantador viaje que la vida me ha regalado, no cambio ni un segundo...
Cierto es eso de que, todo es posible, con un poco de sentido común y orientación... Merci amigos y compañeros de aventura... Enchantée...
C'est très joli...! Para expresar lo que las palabras no alcanzan,... están las imágenes... (Gracias Martuki, por las fotos)
Un precioso día soleado y una encantadora comida, en Valcarlos, ....
El río de Oloron Sainte Marie, los pirineos nevados al fondo,... ¡para disfrutarlo!
Encantadora vista de la ciudad de Oloron Sainte Marie a la caída del sol....
En Biarritz, sorprende la luz, la brisa y la belleza del mar...
La inmensidad del mar,... desde Biarritz.
Sin palabras... La catedral de Donostia.
La Bahía de la Concha desde el monte Igueldo,... ¡enamora!
Vista del mar desde el monte Igueldo al atardecer... ¡para detener el tiempo!
El desfiladero de la Hermida..., ¡para saborearlo intensamente!
No hay comentarios:
Publicar un comentario