miércoles, 12 de noviembre de 2008

Defensa de la alegría...

...Es bueno y necesario, defender la alegría... Para ello, tomo prestadas las palabras de Benedetti...

Defender la alegría como una trinchera

defenderla del escándalo y la rutina

de la miseria y los miserables

de las ausencias transitorias

y las definitivas


defender la alegría como un principio

defenderla del pasmo y las pesadillas

de los neutrales y de los neutrones

de las dulces infamias

y los graves diagnósticos


defender la alegría como una bandera

defenderla del rayo y la melancolía

de los ingenuos y de los canallas

de la retórica y los paros cardiacos

de las endemias y las academias


defender la alegría como un destino

defenderla del fuego y de los bomberos

de los suicidas y los homicidas

de las vacaciones y del agobio

de la obligación de estar alegres


defender la alegría como una certeza

defenderla del óxido y la roña

de la famosa pátina del tiempo

del relente y del oportunismo

de los proxenetas de la risa


defender la alegría como un derecho

defenderla de dios y del invierno

de las mayúsculas y de la muerte

de los apellidos y las lástimas

del azar

y también de la alegría.


.. Y una vez defendida, lo mejor es vivirla...


2 comentarios:

Jesús dijo...

Más que defenderla yo diría que hay que practicarla. O mejor, sacarl del cajón donde la solemos meter. Porque es más cómodo y fácil estar triste y compadecerse.

Besos

Yolanda dijo...

¿Qué es practicarla, sino vivirla? Totalmente de acuerdo...

Un beso chico